El pasado 21 de julio, el CSMC organizó una jornada en la que se dieron a conocer los resultados de tres proyectos de innovación que ponen a prueba soluciones de Realidad Virtual (RV) y otras tecnologías inmersivas, de la mano de las empresas que han colaborado en su desarrollo.
El vídeo de la sesión ya está disponible para los socios del CSMC aquí.
RV aplicada a trastornos de conducta de jóvenes y adolescentes
Con este proyecto, las empresas Amalgama7 y Psicoterapia VR, con el apoyo del CSMC, han desarrollado un método de intervención terapéutica no utilizado hasta el momento.
Basándose en las necesidades expresadas por el equipo clínico de Amalgama7, Psicoterapia VR ha desarrollado una herramienta de RV que ha demostrado la eficacia y la eficiencia de los tratamientos terapéuticos en los trastornos de conducta de jóvenes y adolescentes mediante este tipo de soluciones, incrementando la adherencia de este colectivo poblacional para la prevención del consumo (‘craving’) y prevención del bullying.
En las diferentes sesiones que se han llevado a cabo en la Escuela Terapéutica Can Ros, tanto los pacientes como los terapeutas han valorado muy positivamente la herramienta que tiene como puntos clave la utilización de personajes reales que favorecen mayor capacidad de inmersión, la libertad de movimientos en 360°, la toma de decisiones del usuario y la dotación de métricas para la evaluación posterior.
Según explica Jacinto Castillo, CCO de Psicoterapia VR, “durante las sesiones el terapeuta puede ver lo que está haciendo el paciente mediante una pantalla, con lo que puede comentar e incluso participar la sesión con el paciente. Este feedback en vivo se ha demostrado muy positivo”.
Actualmente están trabajando en una plataforma que generen escenarios diferentes adecuados a las terapias que se vayan a trabajar para evitar el ‘agotamiento’ y alargar la experiencia inmersiva del paciente.
RVI para tratamientos más personalizados y de precisión
El proyecto Brain’s Metaverse ha desarrollado un tratamiento más personalizado y preciso para pacientes con ansiedad vinculada a la claustrofobia, a través de una inmersión en la realidad virtual reproducida lo más realista posible, y combinándolo con técnicas de procesamiento de datos y de Inteligencia Artificial (IA).
Además, otro elemento disruptivo de este desarrollo ha sido el contar con la participación de las propias personas usuarias.
Tal y como explica Oriol Barat, del CSMC, uno de los aspectos clave del proyecto es que representa el primer caso de uso que se desarrolla e el marco del Care & Autonomy Living Lab (CALL), el nuevo espacio de cocreación que ha puesto en marcha el CSMC. “El ánimo del proyecto no reside tanto en construir una nueva herramienta clínicamente válida, sino ser capaces de hacer esta primera aproximación a una solución a partir de la RV y la IA que sea más eficiente, diseñando espacios de participación y cocreación que incorporen a las personas usuarias.”
De hecho, como conclusiones, los participantes destacan que la tecnología usada como complemento puede aportar valor y ser una palanca para personalizar tratamientos y pautas que los clínicos pueden promover, pero sobre todo, que involucrar a usuarios en el diseño de tecnologías, mejora en gran medida el proceso de innovación. De ahí la necesidad de profundizar más en metodologías participativas y promover casos de uso de cocreación.
En el proyecto Brain’s Metaverse, han colaborado con el CSMC, las empresas Aumenta Solutions, Esade Creapolis, Future Space y Smartech Cluster. También se ha contado con la colaboración de la Fundación Vidal y Barraqué.
Nuevas técnicas de estimulación sensorial, física y cognitiva
El proyecto NUTESCOTI, en el que han participado Broomx Technologies, Fundació Joan Costa Roma, Associació Esport-3, Fundació Villablanca, Qualud y el CSMC, ha tenido como objetivo la configuración y empleo de tratamientos basados en RVI para su triple validación con tres perfiles diferentes de usuarios.
Para ello, se ha creado un programa de intervención terapéutica con tecnología Broomx que se ha aplicado en tres organizaciones de referencia: el Consorci Sanitari de Terrassa con pacientes con síntomas de COVID persistente, la Fundació Villablanca con personas con discapacidad intelectual y trastornos mentales y Esport3 con personas mayores de 60 años que viven de forma independiente.
En total, 90 personas usuarias de los 3 grupos diferentes ha participado en 16 sesiones terapéuticas a lo largo de 8 semanas y con una duración de 55 minutos cada sesión.
Como conclusiones, y a pesar de que todavía no están disponibles los datos cuantitativos, los participantes destacan que la experiencia ha sido muy positiva. En el caso del Consorci Sanitari de Terrassa, por ejemplo, la neuropsicóloga Maite Garolera destacaba que “más del 80% de las personas usuarias tienen la sensación subjetiva que mejoran cognitiva y emocionalmente. Es un buen dato.”